Ser exclavos

Ante el ruido constante del mundo actual, todos nos vemos sumergidos en la interminable euforia de la velocidad, de encontrar, de tener, de satisfacer y vamos olvidando constantemente que más allá del tener, debemos aprender a Ser. Todos estos avances tecnológicos nos atrapan con sus ofertas de facilitarnos la vida, de ayudarnos a hacer todo lo que queramos en menor tiempo, y vamos dejando de usar nuestra propia memoria; así llega el momento en el cual nos encontramos que sin esa tecnología estamos varados, detenidos, porque todo lo hemos almacenado allí. no recordamos muchas veces ni los número telefónicos de nuestra familia, nos hemos convertidos en dependientes de la tecnología; claro esta, la tecnología no es mala, si es bien utilizada nos facilita muchas cosas, pero no seamos esclavos de ella; porque ese si es el problema, llevar sobre nosotros la cadena de la dependencia. 

Estas dependencia nos esta llevando a una sociedad virtual, donde las relaciones humanas se han dejado para un segundo plano, todo es por medio de los servidores, es más fácil un mensaje electrónico, que una llamada telefónica o una reunión, porque nos quita de encima el peso del compromiso, convirtiendo esta situación en escusas. 

Sin darnos cuenta estamos dejando nuestro desarrollo humano de lado y nos basamos en tener, tener, tener. Tener propiedades, tener títulos, tener dinero, entre otros, y lo que llevamos dentro de nuestro ser, ¿donde lo hemos dejado?, el valor inmenso del amor, el compartir, el sentir y mucho más que realmente nos hace feliz. Qué ha pasado con los valores, con los principios y la ética; sin darnos cuenta, pareciera que tenga más valor un objeto que una persona; no puede ser. el humano no tiene precio, su esencia, su dignidad, su SER son intransferibles e invaluables; solo debes descubrir que es lo más importante para ti.

Por ello, en silencio escucha tu voz interior y allí encontraras la respuesta a tantas cosas; busca en ti, busca la paz interior, busca lo trascendente, lo inmutable, lo eterno.