BAJO LA SOMBRA DEL SUICIDIO



Hoy me trae a escribirles sobre un tema importante que va en aumento a nivel mundial y que en Venezuela ha tenido un gran repunte en los últimos años. Se trata del SUICIDIO, un problema que ataca en todos los estratos sociales, pero que ha tenido su mayor porcentaje entre la población de menos recursos económicos, aunque esta características no es imprescindible ya que está ocurriendo con mayor frecuencia cada día sin distinciones, pero el grupo etario más propenso se encuentra entre la población productiva de 18 a 35 años de edad, con un repunte en las personas de la tercera edad.

Actualmente, en nuestro país es común escuchar en los medios de comunicación (prensa escrita, radio y televisión) incluyendo las redes sociales, el reporte diario de situaciones de suicidio, que están afectando a tantas familiar y derrumbando emocionalmente a sus integrantes, que en muchos de los casos se llegan a sentir culpables, por no haber sabido identificar las señales del problema en la víctima. Tanto que ha llegado a convertirse en un inconveniente de salud pública y por ende de la salud mental.

La fuerte crisis que enfrenta la población venezolana no solo a nivel económico, sino también emocional viene afectando en diversas formas a cada uno de los individuos. Desde lo complicado que se ha convertido el simple hecho de adquirir los alimentos para subsistir diariamente, desde los altos costos de los mismos, hasta las largas colas en los comercios para poder conseguirlos bajo los precios subsidiados, incluso también lo que concierne con la inseguridad por la que se atraviesa, aunado a la descomposición social, ética y moral que estamos enfrentando a todos los niveles. Además podemos sumar el hecho que muchas familias se están viendo fragmentadas por la cantidad de personas que están abandonando el país en busca de mejores oportunidades, lo que ha traído como resultado que aquellos que por una u otra razón se han quedado en el país, lleguen a atravesar situaciones de depresión que los puede llevar al suicidio y según el Observatorio Venezolano de Violencia, indica que la principal causa “es que las personas no logran llegar a fin de mes con los salarios que reciben”.

Triste situación que muchas veces parece estar siendo ignorada por las autoridades con competencia en la materia, pero peor aún está siendo desatendida por la sociedad, la familia, empleadores y amigos. Esto no solo motivado por el desinterés, sino por el desconocimiento sobre el tema o simplemente porque nos hacemos los ciegos ante esta realidad. Muchas de las personas que sufren de depresión con ideas suicidas mantienen sus intenciones en silencio, hasta que consuman el hecho y ya en ese momento no se puede hacer nada.

Según reportaje en la página de Venezuela al día: www.venezuelaaldia.com nos trae información sobre este tema, la cual presento a continuación:
En su más reciente informe, el Observatorio Venezolano de Violencia hace un llamado de atención: “en varias zonas del país se observa un incremento en el número de suicidios. Mérida sería el epicentro. Allí la tasa fue la más alta de los últimos 30 años, ocurren 19 por cada cien mil habitantes.” Roberto Briceño León, director del Observatorio, resalta que para el gobierno nacional esas cifras deben empezar a preocuparle, ya que en el informe sólo se tiene en cuenta hasta el mes de marzo y la crisis se ha agudizado en los meses recientes.
Según el mismo reporte indica lo siguiente:
La tasa de suicidios en Venezuela para el año 2017 cerró en 19,09 por cada cien mil habitantes, la más alta del país en los últimos 30 años. Solo 17 países registran una tasa superior a la de país suramericano, teniendo en cuenta el más reciente informe de la Organización Mundial de la Salud con datos de 2015, entre los que se encuentran: Bélgica (20,5), Guyana (29,0), Japón (19,7), Corea del Sur (28,3) y Rusia (20,1).
Puedes acceder y leer el reportaje completo a través del siguiente enlace:

En estos momentos debemos darle la importancia que se merece a este problema de salud pública que nos está afectando como país y como sociedad en general, si tomamos en cuenta que es una realidad que se vive en diversos países y que se incrementa día a día. La actitud correcta sería comenzar a implementar programas de salud mental de fácil acceso a la población en general, sea por vías tradicionales o implementando sistemas alternativos, por medio de los cuales se pueda llegar a más altos niveles de inclusión entre la población altamente vulnerable.

Anteriormente era común conocer casos sobre el suicido que tenían el vinculo directo con el rompimiento de las relaciones amorosos o por situaciones de alto estrés emocional por los que atravesaba un individuo en particular. Actualmente este supuesto patrón ha sufrido un cambio radical en los factores que inciden o aumentan la probabilidad de ocurrencia del suicidio en la población; por lo que es altamente importante el papel que juega la familia, amigos y compañeros para poder identificar los signos y señales que puedan advertir de comportamientos depresivos y suicidas, por medio de los cuales se pueda incidir directamente en el abordaje temprano y adecuado de este problema, así de esta manera se minimizará el porcentaje de victimas.

Desde mi profesión como bombero he tenido que atender emergencias en las cuales hay personas totalmente decididas a acabar con sus vidas y en esos momentos debemos reaccionar de la forma más adecuada para abordar la situación, y en otros casos hemos sido llamados luego de consumado el hecho y ya en ese instante no se puede hacer nada y como funcionarios también nos vemos afectados por estos hechos, pero en ese preciso momento debemos dejar de lado las emociones que sentimos y con cabeza fría reaccionar de la manera más adecuada ante la situación que estamos presenciando. Decir no nos afecta, sería mentir, pero forma parte de nuestro trabajo, por lo cual también es necesario contar con apoyo profesional para el estrés postraumático que cualquier bombero pueda presentar luego de un procedimiento complicado.

Algo que he aprendido en estos años de experiencia profesional, ha sido que muchas de estas personas que están deprimidas y con la idea fija del suicidio a parte de necesitar el apoyo profesional adecuado, necesitan desesperadamente ser escuchadas. En un mundo que esta tan preocupado en el día a día, en el cómo sobrevivir ante las situaciones difíciles, nos hemos vuelto egoístas, esta codicia o egocentrismo, ha generado que nos movamos como si fuésemos un robot, en que no nos interesan los sentimientos y emociones ajenas. Cada uno está preocupado buscando como resolver sus propios problemas, cómo subsistir día a día con lo poco que se tiene e ignoramos las realidades de las personas que están a nuestro alrededor.

Cuántas veces hemos llegado a nuestro trabajo y observamos que algún compañero a desmejorado su rendimiento, ha perdido peso, no se concentra y hasta se muestra triste, reactivo o con mal humor, actitudes que no eran comunes en él y simplemente le juzgamos desde nuestras creencias, lo criticamos  y lo consideramos un problema para nosotros y para el trabajo, sin detenernos ni un momento a pensar en él, en definitiva sacamos nuestras conclusiones, encajonándolo bajo unos patrones errados, pero no nos tomamos el tiempo de conversar con él, escuchar sinceramente y sin juicios su realidad. Nuestra actitud debe cambiar, aprender a entender las señales que nos están dando, antes de tomar decisiones puede ser la diferencia.

Lo mismo puede estar pasando dentro de nuestra familia, tomémonos un momento para observar y analizar a nuestros familiares, percibiendo la mayor cantidad de información, y hasta podemos llevarnos la sorpresa que alguno de los miembros de la familia se está viendo afectado por las circunstancias  y no sabe cómo expresar lo que siente y experimenta emociones que no sabe cómo manejar, por lo que sus reacciones son confusas, provocativas y explosivas. Si observas que alguna persona está cambiando su forma de ser, su actitud ante los problemas y la forma cómo se comporta se torna negativa o conflictiva y es distinta a como solía ser, toma eso como una señal de advertencia y empieza a tomar acciones para apoyarle.

Cada uno de nosotros puede hacer la diferencia y aportar significativamente en la disminución de este problema en la sociedad, si en algún momento tú te ves afectado por sentimientos y emociones constantes de máxima tristeza, desamparo, desmotivación, desesperanza y depresión, busca ayuda en amigos, familiares o en un profesional de la salud mental, recuerda que somos seres humanos y en cualquier situación de nuestra vida, podemos llegar a sentirnos afectados por una depresión y por ideas de suicidio. La autolisis en un problema que va en aumento, pero podemos influir positivamente en la minimización de la misma.

Si te sientes deprimido y con ideas suicidas busca apoyo profesional inmediatamente, recuerda que no estás solo y que hay personas que pueden ayudarte.

“La desesperanza un día atrapo mi corazón, borrando por completo mis ganas de vivir, pero una luz desvaneció las sombras a través mi terapeuta. Gracias Dios por manifestarte a través de ella”     Leidy Parra

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Por: MSc. Leidy Parra
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Comentarios

Unknown ha dicho que…
Saludos,me parece importante este articulo para cobtribuir al despertar de consciencia en la sociedad, ademas esos datos interesantes de la incidencia en homicidios en Mérida y Venezuela.
Excelente esa parte del articulo donde dice que podemos ser observadores de la realidad, pero sin emitir juicios o etiquetar los acontecimientos.
Un abrazo.
Leidy Parra ha dicho que…
Gracias por compartir tu comentario. A la orden.
Unknown ha dicho que…
Corrijo, incidencia de suicidios.

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