La muerte, el tiempo y el amor



Saludos para todos. Hoy me ánimo a traerles un nuevo artículo para la reflexión, con un tema que será muy curioso para algunos de ustedes, pero que es interesante, porque cada uno de nosotros lo abordamos desde nuestro sistema de creencias, desde nuestras emociones, desde nuestra realidad particular. Sin tanto preámbulo vamos a entrar en él.

La muerte, el tiempo y el amor: para algunos son solo conceptos, para otros significan su mundo entero. ¿Cuántos le tenemos miedo a la muerte? ¿Cuántos le damos un sentido particular al tiempo? Y ¿cuántos andan en la búsqueda incansable del amor? Estas son tres simples preguntas, que encierran una gran complejidad de respuestas y así como estas, pueden surgir muchas otras.

Hablando de la muerte: Cuando estamos jóvenes no nos detenemos a pensar en la muerte, para nosotros en ese momento la muerte no existe, nos sentimos todopoderosos e indestructibles, que la energía y vitalidad son eternas y que así estaremos toda la vida. Ya al entrar en la etapa adulta comenzamos a ver la muerte con otros ojos y supongo que al estar en la etapa de la vejez la muerte la abordaremos con más respeto. Curioso, como vamos reaccionando ante ella en cada etapa de la vida, lo único que encierra a este misterio, es que lo más seguro que tenemos es la MUERTE, para allá vamos todos, unos más temprano que otros, unos de una manera natural, otros de manera trágica, pero en definitiva todos llegamos a una muerte material (cuerpo fallece) ¿qué hay luego de la muerte? cada uno tiene una idea, desde sus creencias, pero ¿cómo saberlo?

Si lo único seguro que tenemos es la muerte, el dejar de existir en este plano material, porque no disfrutamos de cada día de vida que tenemos. En una oportunidad leí una frase que decía “El día que entendamos que no es un día más, sino un día menos, empezaremos a vivir intensamente”, que ciertas estas palabras. Por qué dejamos todo para después, cuando el único instante que tenemos es el presente, es el ahora, es el YA. Guardamos lo mejor para más tarde, para una ocasión especial, para cuando sea el momento indicado; ¿Acaso el momento indicado, no es tu presente? Vive, disfruta, ama, diviértete, usa tu mejor ropa, haz lo que amas y se feliz.  ¿Cuántas historias sobre la muerte hemos escuchado? A todos en algún momento nos ha afectado la muerte, ya sea porque ha fallecido un familiar, un amigo o un conocido, pero a todos nos afecta por igual, pero como dicen, no es lo mismo ver la muerte en otros, que cuando nos toca directamente a nosotros.

En mi campo laboral, como bombero, la muerte nos acompaña muy de cerca en la atención de emergencias y desastres, ya sea en accidentes de tránsito, incendios, rescates, terremotos, inundaciones, entre otras y la llegamos a sentir junto a nosotros en esos momentos, pero además, también la enfrentamos en el alto riesgo que implica nuestro trabajo, porque en cualquier procedimiento podemos llegar a morir. Es una danza constante ante la incertidumbre de un hecho que puede presentarse intempestivamente y sin previo aviso. Así es la muerte, incierta, imprevista y segura. He visto morir tantas personas en mi trabajo, otras cuantas han muerto durante nuestra atención y otras han pedido que no las dejemos morir y hacemos todo lo que está a nuestro alcance para salvarlas, pero no siempre se gana esta batalla desigual. Recuerdo un servicio en el cual, la persona que trasladábamos en la ambulancia era un joven víctima de un impacto de bala a nivel abdominal, en una condición bastante grave, quien me sujetaba fuertemente la mano, implorándome que no le dejara morir, que él no merecía morir, sus palabras calaban profundamente mi mente y realice todos los procedimientos indicados, aplicando todas las técnicas necesarias para llevarlo con vida al hospital  y lo entregamos con vida a los médicos para su tratamiento de emergencia hospitalaria; desafortunadamente la gravedad de las lesiones internas lo llevaron a la muerte una hora después.  Posteriormente me preguntaba ¿Hice todo lo necesario para salvarlo? Si, se hizo todo lo necesario. Pero así como este hecho, he vivido muchos otros que marcan de una manera u otra mi vida personal y profesional, porque como humanos somos susceptibles ante las emociones que cada situación o experiencia nos genera.

¿Cuántos enfermos desean curarse y vivir, y cuántos sanos están deseando morir? Lo irónico del ser humano, sus pensamientos son sus mejores aliados o sus peores enemigos. ¿Cuántos ven la muerte como un paso más a la transcendencia? ¿Cuántos la ven como el último suspiro? Todo es cuestión de percepción y actitud. Cada uno se ubica ante la muerte desde sus creencias, estás pueden ser limitantes o liberadoras, ¡eso dependerá de ti! Curiosamente muchas veces vivimos encerrados en medio de una coraza que nos impide mostrarnos y que también impide que otros entren; construimos una gran fortaleza para defendernos y pasamos la vida defendiéndonos de fantasmas que se generan en nuestra mente y en esa lucha defensiva, huimos constantemente de la muerte, o eso creemos que hacemos.

Recuerdo una historia que escuche una vez, de un señor que perdió a su esposa luego de tantos años de matrimonio y él estaba buscando las mejores ropas para colocarle a ella, y él recordaba, que su esposa había comprado un hermoso vestido, ropa interior de seda y le dijo que la usaría en una ocasión especial, paso el tiempo, hasta que llegó el momento que el marido estaba preparando esa ropa interior de seda y el hermoso vestido para que en la morgue pudieran vestir el cuerpo de su esposa que yacía inerte y él comentaba, “ya ha llegado la ocasión especial para que uses lo que tanto te gustaba, pero que nos disfrutaste” Vaya lección, guardó lo mejor para usarlo en una ocasión especial que nunca llegó, pero si llegó la muerte. Las ocasiones especiales son todos los días, a cada instante, cada minuto de vida es un momento especial, la sonrisa de un niño, el disfrutar de un rico helado, acariciar un bebé, jugar con un perro, infinitas cosas puedes hacer y cada una de ellas será una ocasión especial para ser feliz, para sentirte vivo. “La muerte es un viaje

Hablemos del tiempo: ¿Qué te podría decir sobre el tiempo?  Se puede abordar desde diversos ángulos, desde distintos paradigmas, pero que en definitiva estarán ajustados a la percepción que cada uno de nosotros tenemos del él, también incluido en nuestro sistema de creencias.  Para algunos el tiempo es un simple concepto, para otros un esquema que se debe seguir, para otros cuantos es esencial; en definitiva, solo me quedaría preguntarte ¿Qué es para ti el tiempo? ¿Qué significa para ti el tiempo? Desde mi punto de vista te podría decir mi concepto de él, pero será lo que yo pienso de ello, solo mi percepción, pero algo que si te puedo decir, es que basamos nuestra vida a través del tiempo, Cuántos años tengo, a qué hora debo levantarme, a qué hora debo llegar al trabajo, debo ser puntual, el día se me pasa muy rápido o en metáforas o refranes como “El tiempo pasa volando” “Mas sabe el diablo por viejo, que por diablos“El tiempo de Dios es perfecto”Es tiempo de casarte y tener hijos” entre muchos otros que se te puedan venir a la mente, pero ¿Qué es realmente el tiempo? Prefiero no entran en las profundidades filosóficas del tema, es mejor vivir cada día a su ritmo.

Estamos tan preocupados por el tiempo, que dejamos de lado tantas cosas, perdemos de vista lo hermoso de vivir, por andar apresurados siempre. Recuerdo hace años, viaje de mi ciudad a la capital de mi país y veía como todos andaban en las calles muy apresurados por llegar a algún sitio y me preguntaba ¿Por qué andan caminando tan rápido todo el tiempo? Alguien me contestó, “Es que aquí hay que hacer todo rápido para que alcance el tiempo” ¿Que alcance el tiempo para qué? Yo seguía sin entender sus urgencias. Pero así vivían ellos, en un corre, corre para todo, sin mirar a los lados, sin detenerse a sentir lo que estaban sintiendo, absortos en sus pensamientos de querer llegar inmediatamente a algún lugar. Durante ese tiempo en la capital observaba y analizaba lo que veía. Interesante tratar de entender esta conducta, pero cuántas veces hemos caído en ella nosotros mismos. “Lo que va a ocurrir, ocurrirá” es simple. Te pregunto ¿Te ha ocurrido que cuando más apresurado estas, más se te retrasan las cosas? Piénsalo un momento y luego analiza que es lo que influye en ello.

Hay creencias limitantes que nos encajonan en darle un sentido al tiempo, muchas cosas nos detienen en el camino y hay elementos que nos impiden avanzar, pero no es necesario buscarle sentido al tiempo. Ser puntuales en el trabajo o en una reunión es cuestión de responsabilidad, no del tiempo;  todo está ligado directamente a tus decisiones, a tu actitud, a tu forma de afrontar la vida y el cómo aprovechar intensamente cada oportunidad que se te presenta, el tiempo lo puedes enmarcar en un concepto, en un paradigma, en lo que tú quieras, pero solo te pido que aproveches cada instante que la vida te regala para vivirla intensamente, eso es lo que realmente importa, en que vivas, que seas feliz, que te sientas a plenitud y que transciendas el tiempo. “El tiempo es un regalo”.

Hablemos del amor: Vaya tema, en un retiro espiritual me enseñaron que el amor “Es un sentimiento, que nace, puro y para toda la vida” hermosa frase (Gracias Palexis por esa enseñanza), al igual que el amor es diferente a querer, claro que sí, pero que confundimos constantemente. Hay varios tipos de amor: Amor Eros (romántico), amor Ágape (amor puro transcendental), amor Philia (hermandad, filial) y amor Storgé (fraternal, comprometido y duradero). Algunos autores te mencionaran estos 4 tipos de amor, pero existen otros autores que mencionan seis y hasta catorce tipos de amor. Para mí el amor es uno solo. Si el amor es el sentimiento más puro que existe desde la esencia del ser humano, este se puede expresar de cualquier forma, pero seguirá siendo AMOR.  

Cuántos poemas, canciones, libros e historias se han escrito en nombre del amor, cada una de ellas expresada desde la visión del autor, es así, cada uno de nosotros lleva dentro de sí el amor y lo manifestamos de diversas formas, dependiendo si es a la familia, a los amigos, o a la pareja, pero sigue siendo amor. Es diferente si hablamos del “querer” este es un deseo pasajero por algo o alguien, ejemplo: Hoy nos gusta un vehículo con ciertas características y deseamos comprarlo, buscamos los recursos y lo adquirimos, pero al tiempo, nos gusta otro modelo de vehículo y si tenemos los recursos cambiamos de carro, así de simple es el querer, hoy quiero algo, pero mañana ya no lo quiero. El amor es permanente, no muere, se transforma, transciende en el espacio - tiempo.

Podría hacer una tesis completa para hablar del amor, pero es innecesario en este momento para este artículo que planteo, porque en lo simple, se esconde la complejidad de cada cosa. El amor nos puede parecer muy complejo, pero es todo lo contrario, es tan simple como respirar, es solo dejarnos sentir desde lo profundo de nuestro ser, desde nuestra esencia, desde nuestra alma, desde esa luz interior con la que fuimos creados y que llevamos dentro. Jesús (Cristo) lo dijo claramente, el mandamiento más importante “Ámense los unos a los otros, como a sí mismos, como yo los he amado”, para poder amar a los demás debemos amarnos nosotros mismos. Dios es amor y si Dios está dentro de nosotros, eso implica directamente que somos amor, lo malo, es que dudamos de ese amor que llevamos dentro.

Más allá de cualquier tema religioso, el amor es el sentimiento más transcendental del ser humano, es su esencia, es la energía más poderosa para mover al mundo. ¿Cuántas historias increíbles has escuchado que se han hecho por amor? El amor es mucho más que lo que podamos expresar con palabras, simplemente ama y veras los cambios que observaras en tu vida a través del amor. Observa cómo se relacionan los niños para jugar, sin complejos, sin prejuicios, sin condicionamientos, simplemente fluyen a través del amor y se asocian, se divierten, discuten y sin pensarlo vuelven a jugar como si no hubiese pasado nada, esos mágicos momentos son Amor, son vivir sin creencias limitantes, disfrutar de la vida descartando emociones atrapadas, simplemente viven, fluyen desde su esencia, desde la pureza de sus almas limpias y sin programaciones mentales negativas. Es hermoso observar la dinámica del encuentro de sus energías, eso es lo que debemos vivir y sentir cada uno de nosotros  día a día, “vivir y sentir” sin querer encajar, sin querer aparentar, sin querer fingir ante los demás. “El amor es la vida misma”

Hay tantas películas buenas que he visto y que te podrían dejar un mensaje positivo sobre estos temas, pero quiero mencionarte hoy una en particular, su nombre original es “Collateral Beauty  para español “Belleza inesperada” protagonizada por Will Smith, junto a  Edward Norton, Keira Knightley, Kate Winslet, Michael Peña, Helen Mirren y de la cual te dejo un enlace del tráiler
https://www.youtube.com/watch?v=aVKQQcaeGgo 
Esta película te presenta una interesante trama sobre el amor, el tiempo y la muerte. Si te parece la puedes ver y sacar tus propias conclusiones, es solo una opción, la decisión es tuya.

En resumen, si la muerte es un viaje, el tiempo es un regalo y el amor es la vida misma, ¿qué más podemos buscar? las respuestas están en ti. Para qué complicarnos tratando de entender cada uno, cuando simplemente debemos dedicarnos a sentir, no renuncies a vivir.

“Buscamos incansablemente el amor, anhelamos tener más tiempo y le tenemos miedo a la muerte, nos envolvemos en una constante desesperación, sin darnos cuenta que todo ello viaja inseparable a nosotros para que nos sintamos vivos”  
Leidy Parra

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