SÍNDROME DE BURNOUT


Síndrome de Burnout, un enemigo silencioso en el campo laboral.

Hoy tomo este espacio para tratar un tema que a muchos nos ha llegado a afectar en algún momento de nuestra vida laboral y que actualmente va en aumento en la población, como es el Síndrome de Burnout (quemado o agotado). Me surgió el interés por compartir con ustedes sobre este asunto en particular, porque hace unos días una persona que aprecio me informo que le habían diagnosticado Burnout. Indague un poco más sobre el asunto y me puse a pensar, en cuantas veces he pasado por la misma situación en mi trabajo y cuán común es, pero desafortunadamente pasa desapercibido o simplemente nos negamos a ver esa realidad que nosotros mismos lo padecemos y cuántas veces lo vemos en nuestros compañeros de trabajo, superiores, homólogos o subalternos.

Para iniciar con este tema les mostraré lo conceptual. El síndrome de Burnout (trabajador quemado) es una evolución del estrés laboral hacia un estado de estrés crónico. Este vocablo proviene de la lengua inglesa “burn-out”: consumirse o agotarse. Que se caracteriza por presentar un progresivo agotamiento físico y mental, que se va manifestando de diversas formas dependiendo de la persona que lo padece, como falta de motivación hacia las tareas que debe realiza, cambios de comportamiento, ausentismo laboral, disminución en el cumplimiento de sus asignaciones, entre otras. Este cambio de actitud en el trabajador también se puede notar en el trato a sus compañeros, asumiendo comportamientos desagradables, groseros y hasta violentos. Este síndrome se presenta con mayor incidencia en aquellos trabajadores que tienen cargos de alta responsabilidad, al igual que en aquellos que son sobresaturados con asignaciones adicionales a sus capacidades, en otras palabras, en aquellos que tienen una sobrecarga de trabajo.

Como reseña histórica de esta patología se puede mencionar que fue descrita por primera vez en 1969 por H.B. Bradley, quien al principio la denomino como “staff burnout”, para referirse al extraño comportamiento que venían presentando algunos oficiales de policía que trabajaban con delincuentes juveniles. Posteriormente en la década de los 70, Freudenberger profundizó en el fenómeno e incorporó el término de “Burnout” al campo de la psicología laboral. Éste pudo observar que muchos de sus compañeros de trabajo, luego de un tiempo en el cargo empezaron a sufrir de pérdida de energía y motivación, junto con otros síntomas como la ansiedad y la depresión. Durante los años siguientes otros autores como C. Maslach y S.  Jackson, crearon un inventario para el síndrome de Burnout conocido como MBI, con el cual se puede evaluar su incidencia en diversos ámbitos. También se puede encontrar otros modelos explicativos del síndrome, como: el de Gil-Monte y Peiró (1997), Manassero y Cols (2003), Ramos (1999), Matteson e Ivansevich (1997), Peiró y Cols (1994), Leiter (1988), Gili, Mckee y Stukler (2013) estos modelos nacen para dar respuesta a las estrategias y técnicas para la intervención, así poder prevenir y minimizar los efectos de este problema, como los propuestos.


Síntomas del síndrome de burnout
Sus  síntomas son muy similares a los del estrés laboral de modo general, pero pueden estar presenten con mayor intensidad, en especial los cambios de comportamiento o del carácter.  Entre ellos se puede mencionar:
A nivel emocional:
Ø  Cambios en el estado de ánimo: Irritabilidad, estar a la defensiva constantemente, sarcasmo e indiferencia; también se puede presentar un aumento en la sensibilidad y el llanto.
Ø  Desmotivación: se pierde el interés por el trabajo, por las metas, objetivos y se siente agobiado ante situaciones estresantes.
Ø  Agotamiento mental: la resistencia al estrés disminuye al mínimo y el trabajador sucumbe ante situaciones estresantes.
Ø  Baja en el rendimiento: hay un deterioro cognitivo, por lo que se produce una pérdida de memoria, falta de concentración y dificultad para la realización de las actividades y para el aprendizaje.
Ø  Despersonalización: actitudes negativas en relación a los usuarios o clientes, endurecimiento en las relaciones y deshumanización en el trato.
Ø  Falta de realización personal: disminución de la autoestima, frustración, desesperanza, manifestaciones antes el estrés a nivel fisiológico, cognitivo y de comportamiento.

A nivel físico:
Ø  Afecciones del sistema locomotor: aparición de dolores musculares y articulares.
Ø  Problemas gastrointestinales.
Ø  Problemas cardiovasculares.
Ø  Afecciones en la piel.
Ø  Aumento de dolores de cabeza o cefaleas.
Ø  Mareos.
Ø  Alteraciones del apetito sexual.
Ø  Aumento del riesgo de obesidad.
Ø  Pérdida del apetito y hasta llegar a la desnutrición.

Personas con mayor riesgo a sufrir el síndrome de Burnout
Ø  Personal en cargos de alto nivel, con alto impacto y grandes responsabilidades.
Ø  Aquellos que no tienen un buen equilibrio entre el tiempo invertido en la vida laboral y la vida personal.
Ø  Aquellos cuyas funciones en el trabajo implican un riesgo a su vida (Policías, Bomberos, Médicos, entre otros)
Ø  Aquellos en cuyas funciones tienen contacto directo con clientes y usuarios.
Ø  Aquellos que sienten que no tienen ningún control sobre su trabajo.
Ø  Aquellos cuyas habilidades, destrezas y competencias profesionales están sobreestimadas o devaluadas en relación a las funciones que ejercen (se le asignan responsabilidades por encima a sus conocimientos o por debajo de su perfil) se pueden sentir frustrados, menospreciados o incapacitados.
Ø  Aquellos cuyos trabajos son monótonos y repetitivos.
Ø  Aquellos a quienes se les sobrecarga de tareas y actividades por falta de personal o porque es el trabajador que resuelve todo.

Consecuencias del síndrome de burnout.
El síndrome de burnout puede traer varias consecuencias a la persona que lo padece, como por ejemplo:
·       Aumento del riesgo al alcoholismo o consumo de drogas.
·       Alteraciones del sueño (insomnio)
·       Inmunodepresión o bajada de las defensas; por la cual el trabajador puede llegar a sufrir consecuencias en su sistema inmunológico y estar más propenso a padecer enfermedades.
·       Pérdidas de relaciones personales, tanto a nivel familiar, como con amigos, pareja y compañeros de trabajo.

Cómo podemos identificar si estamos experimentando Burnout en el trabajo.
Puedes identificar si estas presentando este síndrome si observas varias de estas actitudes, comportamientos, síntomas o signos:
ü  Cambio de actitud y de carácter en el trabajo. Cínico o crítico.
ü  No tienes ganas de ir al puesto de trabajo, debes obligarte a acudir y al llegar tienes problemas para iniciar las tareas.
ü  Mayor irritabilidad e impaciencia con todos.
ü  Sientes que no tienes energía para realizar tus funciones.
ü  No sientes satisfacción por los logros alcanzados en tu trabajo.
ü  Te sientes desilusionado con tu trabajo o con tu cargo actual.
ü  Aumentas el consumo de alimentos o disminuyes las porciones en tu alimentación, hasta llegar a la pérdida de apetito.
ü  Hay problemas con los hábitos del sueño.
ü  Presentas constantes problemas físicos, como dolores de espalda, dolores de cabeza y demás.
Lo importante es que si llegaste a identificar varios de estos factores en ti, puedas acudir a consultar con un profesional de la salud mental, con quien puedes descartar si se trata del síndrome de burnout, un trastorno de la tiroides o depresión.

Causas del síndrome de Burnout
El agotamiento puede ser el resultado de varios factores en el trabajo, que también pueden maximizarse según las características de cada persona de forma particular, en relación a los niveles de toleración ante el estrés y de la frustración, además de condiciones organizacionales como; inexistencia de manuales de cargo o identificación del puesto de trabajo, ambiente laboral, estilos de liderazgo y gerencia, clima organizacional, entre otros, estos deben presentarse por largos periodos o de forma continua.  Algunas de estas causas se mencionan a continuación:
·       Puestos relacionados con la atención al público que generan grandes cargas y niveles de estrés.
·       Acoso laboral: el cual se puede presentar por maltrato psicológico, con el cual se destruye la autoestima del trabajador o se busca la forma para que abandone el cargo por propia voluntad.
·       Alto nivel de responsabilidad: cargos que exijan gran nivel de atención y concentración, como por ejemplo: médicos, bomberos y policías, quienes se exponen a situaciones delicadas en las cuales tienen la responsabilidad de otras vidas y de la propia en sus manos. También personal que se le asignan muchas responsabilidades o varios cargos al mismo tiempo.
·       Turnos de trabajo extendidos o jornadas demasiado largas de trabajo.
·       Trabajos repetitivos y monótonos que generen aburrimiento, frustración y cansancio por no tener otra alternativa.
·       Desvalorización de las capacidades, habilidades, destrezas y competencias profesionales del trabajador: ubicándolo en cargos inferiores o con mayores responsabilidades de las que puede asumir.

Efectos psicológicos y en la salud causados por el síndrome de burnout
Si usted observa algunos de estos efectos en su comportamiento y salud, acuda a un profesional de la salud que le pueda ayudar con el diagnostico y posibles tratamientos a seguir.
§  Estrés excesivo.
§  Fatiga constante, que le impiden hacer tareas cotidianas.
§  Insomnio o alteraciones del sueño.
§  Quiebre en las relaciones interpersonales de forma negativa.
§  Depresión.
§  Aumento de ansiedad.
§  Deterioro del sistema cardiovascular.
§  Infarto cerebral.
§  Obesidad o lo contrario desnutrición, pérdida excesiva de peso.
§  Mayor vulnerabilidad a las enfermedades.
§  Aparición de úlceras no solo estomacales, sino también en la piel.
§  Aumento en la presencia de dolores musculares.
§  Cefaleas y/o migrañas.
§  Problemas en los ciclos menstruales.

¿Cómo se puede tratar el síndrome de burnout?
Es importante detectarlo en sus primeras fases, por lo cual la identificación oportuna tendrá mayores beneficios para poder controlar sus síntomas y los efectos en la persona. Algunas alternativas se presentan a continuación:
·       Buscar formas para la relajación (meditación, música relajante, entre otros).
·       Iniciar la práctica de algún deporte que le guste o se puede comenzar con caminatas. Retomar el ejercicio físico
·       Implementar estrategias asertivas, para disminuir la pasividad o la agresividad, gestionando adecuadamente las emociones y las formas de comunicación con los demás: mejorar el trato consigo mismo y con los demás, ser educado, directo y honesto, saber expresar lo que se siente de forma prudente,
·       Terapias psicológicas: de forma individual o en grupo.
·       Aprender a administrar los factores estresantes.
·       Evaluar las opciones para discutir las preocupaciones con su superior, buscar alternativas para encontrar soluciones.
·       Ajustar su actitud: redescubrir los aspectos agradables del trabajo, establecer relaciones positivas con sus compañeros de trabajo y si ya no le agrada su puesto de trabajo y necesita un cambio, solicite la reubicación o genere la oportunidad para un nuevo empleo.
·       Buscar apoyo no solo en la familia, amigos, seres queridos, compañeros de trabajo o profesionales en salud mental.
·       Retome intereses de distracción que le apasionen y con las cuales hacer actividades adicionales que le brinden relajación y nuevas expectativas, como: dibujar, pintar, cantar, tocar un instrumento musical, actividades manuales o cualquier otra que le guste.

Se recomienda que la persona mantenga la mente abierta a diversas opciones que le puedan ayudar a sobrellevar este síndrome. Es muy importante aclarar que no se debe confundir el síndrome de burnout con una enfermedad, ya que hay diferencias entre, síndrome, trastorno y enfermedad, al igual que se debe evitar que los síntomas empeoren y se pueda caer en una depresión.

Es interesante que también conozcas las distintas formas o nombres con los que es conocido el síndrome de burnout, tales como: síndrome del trabajador quemado. Síndrome de desgaste ocupacional o profesional. Síndrome de cabeza quemada y síndrome de agotamiento ocupacional o profesional.

Ya  hemos conversado sobre los aspectos teóricos del síndrome de burnout, ahora te mencionare algunas anécdotas personales sobre éste tema en mi experiencia profesional.
Como bombero las situaciones estresantes se presentan en el día a día en nuestras funciones, desde circunstancias en las cuales ponemos en riesgo nuestra vida al ingresar a una edificación en la cual se desarrolla un incendio y en la que se deba salvar a personas atrapadas o controlar ese incendio para que no destruya toda la propiedad. De igual manera situaciones en las cuales debemos rescatar víctimas de accidentes de tránsito,  en distintas emergencias y en desastres, en la que la prioridad es mantenerlos con vida hasta trasladarlos a un centro médico. Cada una de estas funciones generan altos niveles de estrés en los funcionarios bomberiles que arriesgan sus vidas para salvar las de otros, hasta el punto en el cual se llega a tener una sobrecarga de trabajo, no solo por el servicio que se presta, sino a adicionalmente que se excede la carga laboral, con horas extras o perdidas prolongadas del sueño en momentos en los cuales las emergencias sobrepasan la capacidad del trabajador y la de la institución en la que se debe permanecer despiertos toda la noche o varios días hasta culminar un procedimiento.

Durante mi carrera profesional como bombero, he experimentado diversas situaciones en la cuales me he sentido atrapada en el exceso de responsabilidades, gran cantidad de horas y el estrés cotidiano que implica el poner en peligro mi propia vida. Ya a nivel gerencial, te puedo mencionar el momento en el cual llegue a ocupar un cargo de alto nivel como directora de una institución, el exceso de responsabilidades, entre otras, me llevo al punto colapso. Recuerdo que luego de mi primer año de trabajo, solicite por escrito la posibilidad de disfrutar de mis vacaciones, a lo cual me respondieron que debido a mi cargo no podría salir de vacaciones, así de la misma forma fue durante varios años, hasta que llegue a acumular cinco vacaciones sin disfrutarlas. Tiempo durante el cual llegue a presentar varios síntomas del síndrome de burnout, como pérdida de peso, insomnio continuo, irritabilidad, cambios de humor explosivos, cansancio continuo, ansiedad, fuertes dolores de cabeza y de espalda, deterioro de mis relaciones interpersonales y hasta depresión, en varias oportunidades llegue a pensar en renunciar al cargo, debido a que ya no me sentía capaz de continuar con las responsabilidades inherentes al mismo. Fue bastante complicado, ya que hasta empecé a enfermarme constantemente. Desafortunadamente no busque la ayuda profesional en ese momento para diagnosticar el síndrome y buscar las alternativas adecuadas.

Solo llegue a comprender el abuso al cual me había sometido física y psicológicamente, exigiéndome al máximo en ese trabajo, hasta que lo deje. Curiosamente, sentí en ese momento que me había vuelto adicta al trabajo, a mantenerme ocupada la mayor parte del tiempo, buscando distintas formas de ocuparme, hasta el punto que no tomaba tiempo para distraerme o relajarme; pero como todo tiene un límite, ocurrió el momento en el cual debí aceptar que soy un ser humano, no una maquina y que a través de mi derrumbamiento emocional debido al exceso, entendí que debía tomar una pausa por mi propio bienestar físico y psicológico. ¿Cuántas veces llegue a someterme a situaciones de burnout? Podría responder que varias, unas con mayor intensidad que otras, pero todas por un desgaste mental ante las exigencias de las responsabilidades laborales.  Hoy que puedo ver con mayor claridad estas situaciones, trato de evitar caer en ellas, buscar alternativas sanas de disfrutar del trabajo, cumpliendo con los objetivos y metas evitando involucrarme emocionalmente lo más posible. Dándome el espacio y el tiempo para descansar y disfrutar de mi vida.

Ahora te pregunto ¿Has experimentado el síndrome de burnout? O lo estas experimentando. Saber identificarlo no solo en nosotros, sino también en nuestros compañeros de trabajo, sería realmente beneficioso no solo para el afectado, sino para toda la organización. Cuando somos líderes o gerentes, muchas veces olvidamos a todo lo que estamos expuestos y a lo que exponemos a nuestros trabajadores, algunas veces caemos en el error de sobrecargar a un trabajador en particular, porque es eficiente, y realmente le estamos ocasionando un daño. Cuando el clima organizacional no es sano, se cae en errores comunes de acoso laboral, de maltrato psicológico, en mala distribución de responsabilidades, no hay claridad en las funciones de cada trabajador, lo que genera un caos y por ende se puede producir un aumento en la aparición del síndrome de burnout en algunos trabajadores.

Hoy te invito a compartir esta información, a identificar los síntomas y signos del síndrome de burnout, con la finalidad de detectarlo a tiempo y para minimizar la aparición del mismo en tus trabajadores o compañeros. Conversa con ellos, determina las causas y trata de corregir los eventos generadores del mismo si esta en tus manos, si la solución está a otro nivel, busca las estrategias para hacerlo saber y que los supervisores o gerentes puedan tomar las decisiones adecuadas para controlarlo y corregirlo. Aporta activamente de forma asertiva y lograras grandes resultados.

Recuerda eres un ser humano, no una maquina de trabajo, se productivo sin destruirte en el proceso. También te invito a ser compresivo contigo mismo, con tus compañeros de trabajo, con tus familiares y amigos si están atravesando por este problema, el cual es más común de lo que creemos y nos puede llegar a afectar en cualquier momento, así que antes de juzgar, indaguemos, identifiquemos y asesoremos de la forma adecuada, orientémosles a buscar ayuda profesional de ser necesario. El mostrar empatía puede significar la diferencia y estaremos contribuyendo a la solución.
Tú tienes el poder.


Por. MSc. Leidy Parra

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Hola Señorita , que gran articulo de verdad muy completo esta y me fascino leerlo, alguna bibliográfia o libro que me recomiende sobre el tema

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