DESPERTAR: ¿Quién Soy? ¿Por qué estoy aquí?
CAPÍTULO
II
EN
CONFLICTO
Saludos de nuevo mis lectores,
hoy les traigo un nuevo subcapítulo de mi obra, esta es la 8va. Entrega, espero
que hayas podido leer las anteriores, ya que cada una de ellas integra a toda
esta colección de relatos y narrativas que decidí presentarle al mundo para
exponer lo que ha sido mi despertar interior “El camino a mi ser” sin más
preámbulo les invito a entrar en el tema de hoy.
2.2.
¿Quién
soy? ¿Por qué estoy aquí?
En algún momento de nuestra
vida hemos llegado a hacernos estas preguntas, con las cuales cuestionamos
nuestra existencia, buscándole sentido a cada experiencia vivida, a cada
emoción que estamos sintiendo, sin darnos cuenta de la verdadera razón por la
cual nos hacemos estas preguntas. Curioso, verdad. Mayormente ni siquiera
estamos conscientes de lo que nos estamos preguntando, o simplemente aún no
estamos seguros de lo que estamos buscando. Algunos dirán, quién es el que
realiza la pregunta ¿El ego o el ser? Eso debes contestarlo tú; es tu ego o es
tu ser, lo realmente significativo aquí, es que sepas reconocer y diferenciar
el uno del otro.
Si, así es, el poder
diferenciar entre el ego y el ser es importante. Nuestra mente juega
estratégicamente para confundirnos y llevarnos a un estado de constante confusión
e incertidumbre, llenándonos de preguntas, de pensamientos, de
conceptualizaciones sobre nuestra propia existencia, mientras deberíamos estar
concentrados en simplemente vivir; si,
en vivir. Cada experiencia, es solo eso, una experiencia más para el repertorio
de aprendizajes que día a día vamos acumulando en nuestra memoria, pero ese
repertorio se almacena según el sistema de creencias que se ha formado en
nuestra vida. Vaya que todo engrana a la
perfección, pero si nos hubiesen enseñado que todo era el resultado de la
programación mental que nuestros padres de forma inconsciente nos hacían,
hubiésemos buscado la forma de corregirla a tiempo, aunque si llegaste a esta edad
(la que tengas) y te estás cuestionando,
no importa, escúchate, siente y déjate fluir, el momento ha llegado.
Por qué invertimos tanto tiempo
tratando de responder a las preguntas ¿Para qué estoy aquí? O ¿Quién soy?
Realmente lo necesitas saber, posiblemente si o quieres darle respuesta al
mundo que te rodea. Es normal que nos preguntemos infinidad de cosas, es parte de
la naturaleza humana, el querer saber sobre todo, pero cuando nos preguntamos
por nosotros mismos, muchas veces dudamos y sentimos miedo de lo que realmente
descubriremos detrás de esas interrogantes. Será que nuestro SER, necesita ser
reconocido, ¿será que hay algo atrapado en nuestro interior que exige ser
visibilizado? Parece que sí. Nos hemos dejado atrapar por una variedad de
máscaras que impiden que seamos lo que realmente somos. Pero ¿Qué somos? Un
título universitario, una profesión, un rico, un pobre, un jefe, un subalterno,
un hijo, un padre, una madre, entre otros. Vale, eso son simples etiquetas con
las cuales nos ha clasificado la sociedad, pero ¿qué somos realmente?
Cuántas veces me lo pregunte y
en esta etapa de mi vida DORMIDA y en CONFLICTO, más me lo preguntaba cada día,
porque mi mente no estaba tranquila, estaba totalmente agitada, tratando de
buscarle respuestas a todo, intelectualizando cada situación, cada anécdota,
cada persona, cada sentimiento, cada cosa que percibía o vivía, desgastándome
constantemente entre tanto ruido mental, y vaya que era demasiado ruido. Seguía
transitando entre las sombras, con mis ojos vendados y con sordera selectiva,
así trascurrían los días, las semanas, los meses y los años, porque no es una
situación que se presento de un momento a otro y afloro en ese instante, no, es
un estado de inconsciencia que se acumulo por años hasta que llego el momento en
el cual se produjo el colapso. Ese colapso mental y emocional que de un
instante para otro me derrumbo ante mis propias creencias y explotando todas
esas emociones reprimidas por años y que había ignorado.
Aunque no lo creamos, nuestros
pensamientos son nuestros peores enemigos, te preguntaras por qué digo eso,
porque nuestros pensamientos nos engañan, nos manipulan y hasta nos hacen
enfermar. Si, nuestros pensamientos tienen tal poder que nos bloquean o nos
activan, debemos aprender a reconocer lo que pensamos y observarnos antes de
actuar, porque eso nos haré tomar consciencia de lo que realmente sentimos y
tomaremos el control de nosotros mismos. Alguno dirá, “yo si tengo el control
sobre mí”, si, hay muchos que han aprendido
a Ser, pero muchos otros solo actuamos desde nuestro ego. Durante esta etapa de confusión, los
cuestionamientos sobre mi propia existencia eran constantes y abrumadores, pero
era la forma como mi ser se estaba expresando, para hacerme entender que había
llegado el momento del renacimiento.
Claro que he pasado por la situación en la
cual se genero un conflicto entre mi ego, mi mente y mi ser, lo interesante era
definir a cuál de las tres le haría caso. El preguntarme ¿Quién soy? ¿Para qué
estoy aquí? Buscar conscientemente la respuesta a ello es la verdadera razón.
Lo curioso de este momento de incertidumbre en la vida, es que empezamos a
conceptualizar, a tratar de explicar con palabras y desde nuestras propias
creencias lo que consideramos que debe ser lo correcto, pero ¿Qué es correcto o
incorrecto? Es un juego de nuestra mente, que nos envuelve en su telaraña de
pensamientos preconcebidos.
Cuando nos enfrentamos ante esta crisis
existencial en la cual surge la pregunta ¿Quién soy? El problema que puede resultar
dependerá de la respuesta que le adjudiquemos, ya que se puede convertir en un
obstáculo para nuestra propia felicidad. Pero al preguntarnos, nos puede
también presentar la posibilidad de un crecimiento personal importante, cuando
nos observamos. Los seres humanos somos los únicos seres vivos que nos
complicamos la vida con tantas preguntas y con impedimentos mentales; tomemos
el ejemplo de los animales, un perro vive su vida como un perro y no anda
preocupado por el qué dirán, reacciona según sus instintos y lo más curioso de
todo es que se convierte en el mejor amigo del hombre y se gana el amor de
todos cuando fluye sin programaciones causadas por los humanos. Es bien cierto,
que la capacidad del ser humano para razonar sobre los hechos y diferenciar
entre el bien y el mal según las normas y los estándares, hacen que la sociedad
funcione de alguna manera, pero eso no nos define, somos mucho más que eso.
En una oportunidad leí en las redes sociales
un mensaje que decía. “Buda no era un budista, Jesús no era un
cristiano, Mahoma no era musulmán, eran maestros que enseñaban del amor, el
amor era su religión” desconozco
el autor. Pero lo importante de este mensaje era que ¡ENSEÑABAN DEL AMOR! Ahí está
la clave, si los grandes maestros de la historia enseñaban el amor en su
concepción más transparente, como el sentimiento que nace, puro para toda la
vida, sin condiciones y sin pretextos, esto nos podría indicar que nosotros
mismos somos AMOR, y si todo lo que surge del amor es bueno, por qué nos
debemos etiquetar; el detalle entra cuando estamos confundidos y no reconocemos
el amor en nuestra vida, allí se inicia el conflicto. Hay una frase celebré de
San Agustín “Ama y haz lo que haces” que nos resume la importancia del amor
en nuestra vida, si hacemos todo con amor, cada cosa se hará de la mejor
manera, seremos los mejores en lo que nos dedicamos, en otras palabras, si amas
lo que haces, serás feliz en donde estás y estarás forjando tu legado.
En estos momentos de conflicto, estamos
formando nuestra propia identidad y por ello es normal que aparezcan un
sinnúmero de interrogantes, con las cuales nos cuestionamos, nos exploramos y
nos dejamos al descubierto, para poder explorar en las profundidades de
nuestros propio ser, descubriendo nuestra alma, más allá de los pensamientos y
del ego que nos envuelve. Trascendiendo más allá del cuerpo físico y desvelando
la energía luminosa que nos habita internamente, así ofreceremos luz en medio
de la oscuridad por medio de la cual a veces transitamos o iluminando el camino
de otros.
Cuántas veces me hice estas preguntas en el
transcurso de mi vida y creía que las contestaba a través de mis estudios y
títulos universitarios, o en tener un trabajo, una estabilidad económica, en
ser jefe o directora, vaya error el mío, nada de esto definía quien soy, ni
para qué estoy aquí. Vine a vivir la vida, a aprender de ella, a sentir lo que
siento, a dejarme fluir, pero que difícil era para mí entender esto, por el
simple hecho de mi ceguera mental, porque mi consciencia realmente estaba
dormida y reaccionaba según lo que la sociedad establecía. Claro que puedo
elegir obtener títulos universitarios, construir una familia, viajar por el
mundo o demás, pero la elección más importante que debo tomar es “Amar y ser
feliz”.
Sabes, que es lo curioso de todo lo que te
menciono en este texto; cuando enfrentamos aquellas situaciones en las cuales
otras personas, te harán dudar de las decisiones que estas tomando o de las
preguntas que te estás haciendo; porque no entienden y su realidad es otra,
pero no te preocupes por ello, es normal, cada uno de nosotros reaccionamos
desde nuestros sistema de creencias, pero permítete no encajar, permítete ser
diferente, así te llamen loco, pero serás un loco feliz, fiel a lo que sientes
en tu interior, porque al fin y al cabo a quien le interesa ser feliz es solo a
ti.
Es importante mencionar que responder a las
interrogantes planteadas hoy, puede no ser fácil, cada individuo reaccionará de
forma distinta, según su miedo a afrontar la realidad. Cuando no sabes quién
eres, para dónde vas, por qué estás aquí, te puede generar ansiedad y temor al
no saber cómo tomar el control sobre sí mismo. Esta situación puede llegar a
agotarte mentalmente, porque tu mente se llena de muchas dudas y entre tanto
ruido te puedes sentir agobiado, esto puede ser normal, lo que no es normal es
que te quedes en ese estado por mucho tiempo. Debes enfrentar el mayor de los
miedos, que es descubrirte a ti mismo; ir del Yo al Soy.
Durante esta etapa de mi crisis, en la cual
las preguntas sobre mi propia existencia, me sumergieron en un periodo de
oscuridad, en el vacio más profundo, en las dudas y las desesperanza, porque no
entendía lo que me estaba pasando, el
por qué mis fuerzas vacilaban y mi mente se agobiaba con tanta confusión, con
tantos pensamientos negativos, pesimistas, idealista, conformistas, entre
otros, que no me permitían descansar. En este tiempo me abrumaba la realidad, no
conciliaba el sueño por días, semanas y hasta meses, mi cuerpo comenzó a sufrir
las consecuencias de mi intranquilidad mental. Vaya que fueron momentos difíciles,
pero no me rendí ante ellos y busque ayuda para canalizar toda esa energía de
la forma correcta.
Si estas pasando por un periodo de duda,
interrogantes y reflexión, en el cual te sientas aplastado, bajo presión,
presionado por ti y por los demás o en la oscuridad, permítete experimentarlo,
en ese momento se presenta ante tu vida la oportunidad para tu transformación,
recuerda que los diamantes se forman en medio de la mayor de las presiones que
se ejercen en la profundidad de la tierra y se convierten en el material más
resistente del planeta. Ten paciencia, observa, aprende y siente todo lo que
tengas que sentir, que al final saldrás renovado de este viaje a las
profundidades de tu ser.
Seguimos avanzando y en la
siguiente entrega, te traeré, subcapítulo 2.3. “Colapso” desde la
narrativa de mi experiencia personal. Bienvenido seas a acompañarme en esté “Despertar.
El camino a mi ser”. Estas han sido mis posibilidades. Nuevamente te
pido que no me creas, ni que estés de acuerdo conmigo, solo me expongo ante ti
a través de mis experiencias y aprendizajes; el volver a mi consciencia (alma)
en búsqueda de mí SER. Ir de la cabeza,
al corazón y de éste a mí Ser. De la lógica, a sentir y de sentir al Soy.
Por:
MSc. Leidy
Parra
Hoy te pido que compartas mi
artículo, convirtámonos en una gran red
de motivación para mundo.
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